¿Estás cansado?
- Andres Alvarez
- 4 ago
- 1 Min. de lectura

Cuando el alma se cansa
Hay días en los que el alma simplemente se cansa.
No es un cansancio físico que se cure con dormir unas horas más. Es algo más profundo, más silencioso. Es el agotamiento que llega cuando has orado sin ver respuesta, cuando has confiado pero parece que nada cambia, cuando cargas tanto dentro que incluso respirar duele.
Es en esos días cuando la fe tambalea. Cuando la voz de la duda susurra:
“¿De verdad Dios está contigo?”
“¿Vale la pena seguir creyendo?”
Pero es también en esos momentos cuando necesitamos recordar algo esencial: Jesús no se aleja cuando te cansas. Al contrario, se acerca más.
Él no vino a buscar a los fuertes, sino a los cansados. No vino por los que lo tienen todo resuelto, sino por los quebrantados. Él mismo dijo:
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.”— Mateo 11:28
Ese "descanso" no siempre significa que las circunstancias cambien. A veces, el descanso de Dios es simplemente sentir que no estás solo. Es saber que, aunque el mundo se derrumbe, Él no se moverá de tu lado.
Hoy, si estás en uno de esos días…Donde la fe se siente pequeña.Donde las lágrimas pesan más que las palabras.Donde tu corazón quiere rendirse…
No huyas de Dios. Acércate.
Tal vez no necesitas una solución hoy. Tal vez solo necesitas recordar que aun cuando no lo veas, Dios sigue obrando.
Respira. Ora. Descansa en Su fidelidad. Y vuelve a empezar.









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